En este episodio del canal ElShowDeAlex.TV, Alex comparte una de las reflexiones más profundas sobre la esencia del universo: el amor del Creador es infinito y no conoce condiciones. Este amor no depende de nuestras acciones, creencias o méritos. Simplemente es, y está presente en cada instante, envolviéndonos incluso cuando no somos conscientes de él. A través de su experiencia personal, su intuición y su conexión con lo divino, Alex nos guía por un camino de comprensión espiritual que toca lo más íntimo del alma humana.
Un amor que no necesita ser ganado
Desde que nacemos, muchos de nosotros aprendemos que el amor debe ganarse. Que hay que comportarse de cierta manera, cumplir con expectativas o hacer sacrificios para merecerlo. Pero Alex nos recuerda que el amor del Creador trasciende toda lógica humana. No responde a premios ni castigos. No se da por méritos. No se retira por errores. Es un amor que simplemente existe, porque es parte esencial de la Fuente que nos creó. Vivir bajo esta verdad implica una transformación radical: dejar de sentirnos indignos, dejar de esforzarnos para ser aceptados, y comenzar a aceptar que somos profundamente amados, tal y como somos.
Una frecuencia que está en todas partes
El amor incondicional no es solo un sentimiento: es una frecuencia que lo permea todo. Como explica Alex en este episodio, esa vibración está presente en el aire que respiramos, en la naturaleza que nos rodea, en los momentos de silencio profundo y hasta en los desafíos que enfrentamos. Sentirlo no siempre es fácil, especialmente cuando estamos atrapados en emociones densas o experiencias dolorosas. Pero si aprendemos a sintonizar con él, incluso por breves instantes, podemos recordar que nunca estamos solos. Esa presencia amorosa no necesita ser invocada porque ya habita en nosotros. Solo requiere ser reconocida.
La ilusión del castigo divino
Una de las ideas más liberadoras que comparte Alex en este episodio es que el Creador no castiga. Esa noción tan arraigada en muchas religiones, que nos hace temer a un dios iracundo, es parte de una programación diseñada para alejarnos de nuestra verdadera naturaleza. El amor del Creador no está sujeto a las leyes humanas ni a sistemas morales impuestos. No se ofende, no se venga, no guarda rencor. Comprender esto puede desmoronar años de culpa y abrirnos a una relación directa, íntima y amorosa con lo divino. Una relación basada en la confianza, no en el temor.
Vivir desde el merecimiento
Muchos de nuestros bloqueos emocionales provienen de la creencia de que no merecemos amor. Alex nos invita a cuestionar esa idea. Si el Creador ya nos ama sin condiciones, ¿quiénes somos nosotros para pensar lo contrario? Aceptar este amor no significa volverse arrogante, sino humilde. Reconocer que somos parte de algo más grande, que estamos sostenidos por una energía amorosa, nos permite soltar la lucha, la autoexigencia y el autosabotaje. Nos abre a la posibilidad de vivir con más paz, más gratitud y más plenitud. Vivir desde el merecimiento es un acto de rendición amorosa.
El amor como camino de sanación
En momentos de oscuridad, de duda o de dolor, el amor del Creador puede ser el refugio más poderoso. Alex relata cómo, en su propio camino, ha encontrado consuelo y claridad al recordar esta verdad fundamental. No importa cuán lejos sintamos estar de la divinidad, el amor nunca se va. Está esperando a ser reconocido. Y cuando lo hacemos, cuando lo sentimos en el corazón, comienzan a disolverse los miedos, los resentimientos y las heridas del pasado. Sanar desde el amor no requiere rituales complejos ni fórmulas mágicas: solo presencia, apertura y entrega.
El amor que transforma todo
No hay fuerza más poderosa que el amor del Creador. Es capaz de disolver el odio, derretir la resistencia, transformar el juicio en comprensión. Cuando una persona se conecta con esa energía, se vuelve una extensión viva de ese amor. Sus acciones, palabras y pensamientos comienzan a irradiar compasión. Y esa energía, a su vez, inspira a otros. Alex destaca que no necesitamos ser figuras públicas ni líderes espirituales para hacer una diferencia. Basta con vivir desde el corazón. Cada acto amoroso, por pequeño que sea, tiene el poder de cambiar una vida. Y esa vida, a su vez, cambia el mundo.
Un amor que no necesita ser ganado
Desde que nacemos, muchos de nosotros aprendemos que el amor debe ganarse. Que hay que comportarse de cierta manera, cumplir con expectativas o hacer sacrificios para merecerlo. Pero Alex nos recuerda que el amor del Creador trasciende toda lógica humana. No responde a premios ni castigos. No se da por méritos. No se retira por errores. Es un amor que simplemente existe, porque es parte esencial de la Fuente que nos creó. Vivir bajo esta verdad implica una transformación radical: dejar de sentirnos indignos, dejar de esforzarnos para ser aceptados, y comenzar a aceptar que somos profundamente amados, tal y como somos.
Una frecuencia que está en todas partes
El amor incondicional no es solo un sentimiento: es una frecuencia que lo permea todo. Como explica Alex en este episodio, esa vibración está presente en el aire que respiramos, en la naturaleza que nos rodea, en los momentos de silencio profundo y hasta en los desafíos que enfrentamos. Sentirlo no siempre es fácil, especialmente cuando estamos atrapados en emociones densas o experiencias dolorosas. Pero si aprendemos a sintonizar con él, incluso por breves instantes, podemos recordar que nunca estamos solos. Esa presencia amorosa no necesita ser invocada porque ya habita en nosotros. Solo requiere ser reconocida.
Te invito a ver el episodio completo El Amor del Creador es infinito y sin condiciones en el canal ElShowDeAlex.TV, y permitir que este mensaje de amor profundo transforme tu vida desde dentro.
